MIRE, ESCUCHE Y VIVA Libro 5: En Prueba Para DIOS

Introducción

Las historias en este libro verde de dibujos son del Libro de Dios, la Biblia. Ellas nos dicen de grandes hombres que tuvieron la ayuda de Dios en tiempo de pruebas. Escuchen. Cambien al próximo cuadro cuando escuche la señal musical.

Cuadro 1: Naamán Visita La Casa De Eliseo

2 Reyes 5:1-12

Eliseo fue un gran profeta de Dios en Israel. Un día un hombre llamado Naamán vino a su casa. El era el comandante del ejército de Siria, esta nación era enemiga de Israel. Naamán era un hombre valiente y de mucho poder, pero tenía lepra. El vino a Israel porque él escuchó que Eliseo podía sanar su lepra, pero Eliseo ni siquiera salió para recibirlo. Eliseo envió su sirviente a decir a Naamán: "vete y lávate en el río Jordán siete veces y quedarás limpio de tu lepra". Naamán se enojó y dijo: "yo pensé que él seguramente vendría acá afuera y llamara el nombre de su Dios para así curar mi lepra". Por eso, Naamán se fue con una gran rabia.

Cuadro 2: Naamán En El Río

2 Reyes 5:13-19

Los sirvientes de Naamán le rogaron que deje su enojo y su orgullo. Ellos le persuadieron a obedecer al simple mandato de Eliseo. Así que Naamán se fue al río Jordán y se metió al agua siete veces. ¡Miren al cuadro!. Naamán está muy feliz. Su lepra fue completamente curada. Eliseo no tenía miedo a ningún hombre porque él confiaba en Dios. El sabía que su Dios podía hacer cualquier cosa. Pero él sabía que los hombres tendrían que obedecer a Dios para ser ayudados en sus problemas.

Cuadro 3: Eliseo Y El Ejército De Dios

2 Reyes 6:8-17

Dios hacía saber a Eliseo cuando los sirios venían a atacar a Israel. Eliseo le advertía al rey de Israel para que los sirios no le puedan derrotar. El rey de Siria dijo a sus soldados: “vayan y encuentren a Eliseo para que yo vaya y lo capture”. Temprano una mañana, Eliseo y su siervo salieron y vieron a los sirios que venían para capturarle. El siervo gritó: “¿maestro, qué haremos ahora?”. Eliseo dijo; “no tengas miedo. Aquellos que están con nosotros son más que aquellos que están con ellos”. Entonces el siervo de Eliseo vio caballos y carros de fuego todo alrededor de ellos. Era el ejército de Dios enviado para protegerlos.

Cuadro 4: Eliseo Y El Ejército Ciego

2 Reyes 6:17-23

Cuando los sirios vinieron cerca para agarrar a Eliseo, él oró a Dios diciendo: "castiga a esta gente con ceguera". Inmediatamente todos los soldados no pudieron ver. Eliseo se fue a ellos y dijo: "síganme y yo les llevaré al hombre que ustedes buscan".

Eliseo llevó a todos esos hombres ciegos directo a Samaria, la ciudad principal de Israel. Allí Eliseo oró a Dios otra vez: "Señor, abre los ojos de estos hombres". Entonces los sirios vieron que ellos estaban en medio de la ciudad de sus enemigos. El rey de Israel quiso matarles a todos, pero Eliseo dijo: "denles comida y bebida y déjenlos ir". Amigos, el Dios de Eliseo es también más grande que todos nuestros enemigos. Nosotros no tenemos que buscar venganza si es que confiamos en El.

Cuadro 5: Samaria Es Sitiada

2 Reyes 6:24 - 7:2

El ejército sirio vino otra vez a pelear contra Israel. Ellos rodearon la ciudad de Samaria por largo tiempo. Pronto los israelitas en la ciudad no tuvieron más comida. Miren al cuadro. El rey de Israel estuvo caminando en la pared de la ciudad. Dos mujeres vinieron a él. Ellas vinieron a rogar al rey que las ayudara. Ellas estaban tan hambrientas que tuvieron que comer sus propios hijos. El rey no supo que hacer. El estuvo enojado porque Dios no les había salvado de lo sirios. El decidió matar a Eliseo, el siervo de Dios. Entonces Eliseo mandó este mensaje al rey: "esto es lo que dice el Señor y Dios: A esta hora mañana, harina y cebada se venderá en la puerta de Samaria".

Cuadro 6: Los Cuatro Leprosos

2 Reyes 7:3-20

A esa hora cuatro hombres se sentaron a las puertas de Samaria. Todos ellos tenían lepra. Ellos se dijeron uno al otro: "¿por qué debemos quedarnos aquí y morir?, vamos al ejército de Siria". Mientras tanto, los sirios escucharon un gran ruido como de un ejército que venía. Ellos se asustaron tanto que dejaron todas sus cosas y huyeron. Cuando los leprosos vinieron al campamento de los sirios, no hubo nadie ahí. Los leprosos tomaron comida y todo lo que ellos quisieron. Entonces ellos dijeron: "esto no está bien, éste es un día de buenas noticias y nosotros no estamos compartiendo con nadie". Rápidamente regresaron a Samaria y le dijeron al rey. Pronto la gente estuvo vendiendo comida para todos en las puertas de Samaria. Dios había salvado a Israel y Dios salvó a su siervo Eliseo también. Amigos, Dios nos envió a Jesús para salvarnos de una muerte eterna. Estas son buenas noticias también y nosotros debemos compartirlas con otros.

Cuadro 7: Jonás Huye De Dios

Jonás 1:1-7

Después de la muerte de Eliseo hubo otro profeta en Israel llamado Jonás. Dios dijo a Jonás: “anda a la gran ciudad de Nínive y predícales en contra de esto. Yo sé cuan mala es su gente”. La gente de Nínive fue también enemiga de Israel. Jonás no quiso ir a ellos y trató de huir. El encontró un barco el cual estaba yendo a un país lejano. El pagó su pasaje y el barco salió. Pronto una gran tormenta se levantó en el mar. La gente en el barco estaba aterrorizada. Ellos dijeron: “echemos suerte para saber quien es el culpable de esto”. Entonces echaron suerte y decidieron que la culpa era de Jonás.

Cuadro 8: Jonás Y El Gran Pez

Jonás 1:8 - 2:10

Los marineros dijeron a Jonás: “¿qué has hecho tú?. El les dijo que estaba huyendo de Dios. Entonces ellos respondieron: "¿que haremos contigo para que el mar se calme?”. Jonás respondió: “tírenme al mar, yo sé que soy el culpable para que esta tormenta haya venido sobre nosotros”. Los hombres no quisieron matar a Jonás, pero la tormenta se puso peor. Entonces ellos le tiraron del barco al mar. Sin embargo, Jonás no murió. ¡Miren al cuadro!. Un gran pez lo tragó a Jonás. El estuvo vivo en el estómago del pez por tres días. Entonces el pez vomitó a Jonás afuera en tierra seca.

Cuadro 9: Jonás En Nínive

Jonás 3:1-10

Dios habló a Jonás otra vez: “anda a Nínive y predica a ellos el mensaje que yo te he dicho”. Entonces Jonás obedeció a Dios y fue a Nínive. El advirtió a la gente diciendo: “en cuarenta días Nínive será destruida”. El rey y toda la gente clamaron a Dios que los salve. Ellos se volvieron de sus malos caminos, por lo cual Dios decidió no destruirlos. Amigos, nosotros somos como Jonás y la gente de Nínive. Todos nosotros hemos desobedecido a Dios y hemos hecho cosas malas. Nosotros merecemos ser castigados, pero Dios nos ama. El envió a Jesús para advertirnos y así podamos volvernos de los caminos del mal. Jesús murió para salvarnos. El estuvo en la tumba por tres días, como Jonás estuvo en el pez por tres días. Entonces resucitó de la muerte. Ahora El nos puede dar vida eterna a todos aquellos que nos volvemos del pecado y del mal y seguimos su camino.

Cuadro 10: Ester Y El Rey

Ester 1:1 - 2:18

Ester fue una joven mujer judía de la tierra de Israel. Sus padres murieron, por lo que Mardoqueo, su tío, la protegió. Ester y Mardoqueo fueron capturados con la gente de Israel y llevados a la tierra de Persia. El rey de Persia fue un hombre muy poderoso. Todos le tenían miedo a él. Cuando su reina le disgustó, él la rechazó y decidió reemplazarla. El llamó a todas las mujeres jóvenes bonitas del reino. De todas ellas, él escogió a Ester para que sea su nueva reina. Pero Ester no dijo a nadie que ella era judía.

Cuadro 11: Mardoqueo Rechaza Arrodillarse Y Humillarse

Ester 3:1 - 4:17

Amán fue un hombre importante en Persia. Toda la gente tenía que arrodillarse e inclinarse delante de él cuando él pasaba. Mardoqueo adoraba sólo al Único Dios Verdadero. El rechazó inclinarse ante Amán. Amán se enojó y decidió tomar venganza contra Mardoqueo. Un día le dijo al rey: "los judíos no guardan las leyes del rey. Hagamos una ley que diga que ellos serán destruidos si no lo hacen". Amán dio dinero al rey para que garantice su pedido. Amán ordenó a su gente que en cierto día ellos deberían matar a todos los judíos. Así también Amán construyó una gran horca para colgar a Mardoqueo. Mardoqueo pidió a Ester para que ella vaya a interceder por su gente. Pero Ester dijo: "si alguien va al rey sin ser llamado, él morirá". Ella pidió a los judíos que oren por ella y dijo: "yo iré al rey. Si yo muero, entonces moriré".

Cuadro 12: La Fiesta De Ester

Ester 5:1 - 7:10

Dios escuchó las oraciones de los judíos. El rey recibió a Ester. Ella le invitó a una fiesta especial. Ella invitó a Amán también. En la fiesta el rey preguntó: "reina Ester, ¿qué quieres tú?. Ester respondió: "mi deseo es que me sea dada mi vida porque mi pueblo y yo hemos sido vendidos para ser degollados". El rey dijo:"¿quién se ha atrevido a hacer tal cosa?". Entonces Ester le dijo: "nuestro enemigo es este malvado Amán". El rey se enojó mucho al escuchar de los planes malos de Amán. El mandó que sea colgado en la horca, la cual él mismo había preparado para Mardoqueo, y todos los judíos fueron salvados. Amigos, Ester estaba dispuesta a morir para salvar a su gente, pero Jesús nos ama tanto que El murió para salvarnos de la muerte eterna.

Introducción

Daniel y Nehemías fueron obligados a vivir en la tierra de sus enemigos. Pero ellos adoraron al Único Dios Verdadero y llegaron a ser grandes hombres. Miren a los cuadros y den vuelta al próximo cuando escuchen la señal musical.

Cuadro 13: Daniel Y Sus Amigos

Daniel 1:1-16

El cuadro muestra a Daniel y sus amigos, quienes eran judíos. Ellos fueron llevados a la tierra de Babilonia por sus enemigos. El rey de Babilonia quería que ellos le sirvan a él, por lo que ellos tuvieron que aprender el idioma y las costumbres de Babilonia. Daniel y sus amigos rechazaron comer la comida del rey. Esto fue en contra de las costumbres de los judíos. Ellos sabían que debían guardar las leyes de Dios y honrarle, por lo que ellos pidieron vegetales para comer y sólo agua para beber. El hombre que los cuidaba tuvo miedo de que ellos se pudieran poner flacos y enfermarse. Pero ellos llegaron a estar más saludables y más inteligentes que el resto de los hombres jóvenes de Babilonia.

Cuadro 14: Daniel Y El Rey De Babilonia

Daniel 2:1-49

El rey de Babilonia tuvo un sueño, pero no podía recordarlo. El preguntó a sus hombres sabios que le dijeran acerca de su sueño. Ninguno de ellos pudo decirle, entonces él decidió matarlos a todos. Daniel y sus amigos oraron a Dios, quien reveló el sueño del rey a Daniel. Este fue donde el rey y le dijo: "hay un Dios en el cielo que revela misterios. El Gran Dios está diciendo al rey lo que va a pasar en el futuro. En el sueño el rey ha visto todos los reinos del mundo, y vio también un reino mayor que destruyó a todos ellos. Este es el Reino de Dios, el cual es eterno. El rey se puso contento con Daniel. Los hombres sabios se salvaron y Daniel fue hecho gobernador sobre toda Babilonia.

Cuadro 15: La Imagen De Oro

Daniel 3:1-12

El rey de Babilonia levantó una gran imagen de oro. El llamó a todos sus oficiales a que vengan a ver la imagen. Los sirvientes del rey ordenaron a la gente diciendo: "cuando ustedes oigan el sonido de la música, todos ustedes deben inclinarse y adorar la imagen de oro. Cualquiera que no adore, será echado en un horno de fuego". Los amigos de Daniel: Sadrac, Mesac y Abed-nego, rechazaron adorar la imagen. Ellos adoraron sólo a Dios. Algunos hombres fueron donde el rey y dijeron: "hay algunos judíos que te están desobedeciendo. Ellos no sirven a tus dioses o adoran la imagen de oro".

Cuadro 16: El Horno De Fuego

Daniel 3:13-30

El rey mandó por Sadrac, Mesac y Abed-nego. El les dijo: "si ustedes no adoran la imagen de oro, ustedes serán lanzados en el horno de fuego. ¿Qué dios será capaz de rescatarlos?". Los hombres respondieron: "el Dios que nosotros servimos es capaz de salvarnos, pero aunque El así no lo hiciera, nosotros no adoraremos la imagen de oro". Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego fueron lanzados en el horno de fuego. Entonces el rey grito: "¡Miren!, yo veo cuatro hombres caminando en el fuego y el cuarto parece como el hijo de los dioses".

Cuando los tres hombres salieron del fuego ellos no estaban ni siquiera quemados. El rey dijo: "el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego mandó su ángel a rescatar a sus siervos. Ningún otro dios puede salvar como Este".

Cuadro 17: Daniel Ora a Dios

Daniel 6:1-13

Daniel tenía gran autoridad en esa tierra. Otros oficiales estuvieron celosos de El. Ellos no pudieron encontrar falta en él, porque Daniel obedeció al rey. Por lo tanto, los enemigos de Daniel fueron donde el rey y le dijeron: “el rey debe expedir una orden la cual diga que cualquiera que ore a otro dios u hombre, excepto tú oh rey;, será tirado al foso de los leones”. El rey estuvo de acuerdo con los hombres e hizo la nueva ley. Daniel oyó de la nueva ley del rey, pero él todavía oró a Dios como lo hizo cada día. Cuando sus enemigos le vieron orando, ellos fueron donde el rey y le dijeron: “Daniel no ha obedecido la ley que tú hiciste”.

Cuadro 18: Daniel En El Foso De Los Leones

Daniel 6:14-24

El rey no quiso que Daniel muriera en el foso de los leones, pero no pudo cambiar la ley. Por lo tanto Daniel fue lanzado a los leones. Temprano en la próxima mañana el rey corrió al foso de los leones y llamó: “Daniel, ¿ha sido tu Dios capaz de salvarte de los leones?. Y Daniel contesto: “mi Dios mandó su ángel y él cerró la boca de los leones”. El rey se puso muy contento. Daniel fue sacado del foso de los leones y a la orden del rey, los enemigos de Daniel fueron lanzados a los leones. Inmediatamente los leones los hicieron pedazos. Amigos, nosotros no debemos temer lo que el hombre pueda hacer con nosotros, si nosotros confiamos en el Dios Vivo de Daniel y sus amigos. Aunque los hombres nos maten, nosotros todavía tenemos esperanza porque Jesús vino de Dios para darnos vida después de la muerte.

Cuadro 19: Nehemías Ante El Gran Rey

Nehemías 1:1 - 2:7

Nehemías fue un judío que confiaba en Dios. El vivió en Babilonia después del tiempo de Daniel. Jerusalén, la ciudad de sus antepasados, estuvo en ruinas y los judíos que vivían allí estaban en gran problema. Nehemías era el siervo de un gran rey. Un día mientras él servía el vino al rey, el rey le dijo: "¿por qué tu cara parece tan triste?". Nehemías le dijo acerca de Jerusalén y su gente los judíos. Entonces el rey dijo: "¿qué me pedirías tú?". Nehemías silenciosamente oró a Dios y dijo al rey: "mándame a la ciudad de mis padres para que la reconstruya". Dios contestó la oración de Nehemías y el rey le concedió su pedido.

Cuadro 20: Nehemías Inspecciona La Ciudad En Ruinas

Nehemías 2:8-20

El rey dio a Nehemías materiales de construcción y hombres para ayudarlo. Ellos viajaron todo el camino a Jerusalén. Los enemigos de los judíos oyeron acerca de Nehemías. Ellos estaban enojados. Ellos no quisieron que nadie ayude a los judíos. Nehemías no tuvo miedo de ellos. Nehemías quiso inspeccionar la ciudad de Jerusalén. El viajó alrededor de las paredes destruidas de la ciudad y fue en la noche para que nadie sepa lo que él estaba haciendo. La próxima mañana Nehemías llamó a los judíos y dijo: “vengan, reconstruyamos las paredes de Jerusalén y nosotros nunca más estaremos en desgracia o sufriremos vergüenza”. También les dijo que Dios estaba con él, y que no debían tener miedo de sus enemigos. Entonces los judíos acordaron trabajar con Nehemías.

Cuadro 21: Construyendo Las Paredes

Nehemías 3:1 - 6:19

¡Miren!, los judíos comenzaron a trabajar. Algunos limpiaron la basura, mientras otros construyeron las paredes y pusieron puertas. Los enemigos de los judíos estuvieron muy enojados. Ellos trataron de matar a los judíos mientras ellos estaban trabajando. Entonces Nehemías oró otra vez a Dios. El necesitaba que Dios le muestre lo que tenía que hacer. Entonces él puso hombres armados en las paredes para proteger a los trabajadores. Todos tomaron armas y se prepararon para la guerra. Los enemigos fueron incapaces de matar a Nehemías y a los judíos, por lo tanto el trabajo siguió adelante y en sólo 52 días las paredes fueron construidas.

Cuadro 22: Esdras Lee La Ley

Nehemías 8:1 - 13:31

Después que las paredes estuvieron terminadas los judíos se reunieron en Jerusalén. Esdras. el sacerdote de Dios, leyó a ellos de los libros Santos, o las Escrituras. Alguna de la gente comenzó a llorar. Ellos se dieron cuenta de que habían desobedecido las leyes de Dios. Esta fue la razón por la que Dios dejó que sus enemigos destruyeran la ciudad. Los judíos quisieron apartarse de sus malos caminos y seguir los caminos de Dios otra vez. Nehemías dijo a la gente: “no estén tristes, la alegría del Señor es su fuerza”. Amigos, ¿tienen ustedes alegría?. Dios nos da alegría y fortaleza espiritual cuando nosotros conocemos a Dios y obedecemos su Santo Libro, la Biblia. Déjenme decirles cómo ustedes pueden conocer al Dios de Nehemías también.

Cuadro 23: Jesús En La Cruz

Juan 19-17-30; Romanos 5:8

Hay un solo camino para conocer a Dios. Dios envió a su Hijo Jesús para mostrarnos el camino. Jesús vivió en la tierra hace muchos años. El hizo muchas cosas buenas para ayudar a la gente. El nos mostró cómo poder complacer a Dios. Pero nosotros no hemos seguido sus caminos. Todos nosotros hemos pecado contra Dios. El castigo del pecado es la muerte espiritual eterna. Dios salvó a Elías, Daniel y otros de la muerte. Pero no salvó a Jesús de la muerte. Dios permitió que hombres malos maten a Jesús. Ellos le clavaron a Jesús en una cruz de madera. Jesús quiso tomar el castigo por nuestros pecados porque El nos ama. Ahora Dios puede perdonar nuestros pecados y nosotros podemos venir a Dios.

Cuadro 24: Jesús Muestra El Camino Hacia Vida Eterna

Mateo 7:13; Juan 14:6

Amigos, la vida es como caminar en una carretera que nos lleva a la muerte. Todos han disgustado a Dios. Todos nosotros estamos en el camino ancho del diablo. Ello nos guía al castigo eterno después de la muerte. Jesús sufrió y murió para salvarnos de ese castigo. Entonces, El volvió a vivir otra vez. Ahora El puede mostrarnos el camino hacia Dios. Nosotros debemos seguir el camino de Jesús ahora. Es un camino difícil y angosto. Algunas veces nosotros sufrimos en esta vida, como Daniel y sus amigos; pero Jesús nos guía hacia el cielo. No hay sufrimiento allí. Es un lugar de gozo y paz eternos y Dios está allí. Jesús dijo: "Yo soy el camino .... nadie viene al Padre, sino por mí". Por lo tanto, ore a Jesús ahora. Pídale que le muestre el camino a Dios.