unfoldingWord 07 - Dios bendice a Jacob
Balangkas: Genesis 25:27-35:29
Bilang ng Talata: 1207
Wika: Spanish: Latin America
Tagapakinig: General
Layunin: Evangelism; Teaching
Features: Bible Stories; Paraphrase Scripture
Katayuan: Approved
Ang mga script ay panimulang gabay para sa pagsasalin at pagre-record sa ibat-ibang wika.Ang mga ito ay ay dapat na angkupin kung kinakailangan para maunawaan at makabuluhan sa bawat kultura at wika. Ilang termino at konsepto na ginamit ay maaaring gamitin para maipaliwanag o maaari di na palitan o tanggalin ng ganap.
Salita ng Talata
Mientras los chicos crecían, a Jacob le encantaba quedarse en casa, pero a Esaú le encantaba cazar animales. Rebeca amaba a Jacob pero Isaac amaba a Esaú.
Un día, cuando Esaú regresó de cazar, tenía mucha hambre. Esaú le dijo a Jacob: “Por favor, dame un poco de esta comida que has hecho”. Jacob respondió: “Antes, prométeme que todo lo que deberías recibir porque naciste primero, me lo darás todo a mí”. Así que Esaú prometió dar a Jacob todas esas cosas. Entonces Jacob le dio un poco de comida.
Isaac quería dar su bendición a Esaú. Pero antes de hacerlo, Rebeca y Jacob lo engañaron haciendo que Jacob pretendiera ser Esaú. Isaac era viejo y ya no podía ver. Así que Jacob se vistió con la ropa de Esaú y se puso piel de cabra en su cuello y sus manos.
Jacob vino a Isaac y dijo: “Yo soy Esaú. He venido a ti para que puedas bendecirme”. Cuando Isaac sintió el pelo de cabra y olió la ropa, pensó que era Esaú y lo bendijo.
Esaú odió a Jacob porque él había robado sus derechos de hijo mayor y también su bendición. Así que planeó matar a Jacob después de que su padre muriera.
Pero Rebeca oyó el plan de Esaú. Así que ella e Isaac enviaron a Jacob muy lejos a vivir con sus familiares.
Jacob vivió con los familiares de Rebeca por muchos años. Durante ese tiempo, se casó y tuvo doce hijos y una hija. Dios lo hizo muy rico.
Después de veinte años lejos de su hogar en Canaán, Jacob regresó allí con su familia, sus sirvientes y todos sus rebaños de animales.
Jacob tenía mucho miedo porque pensaba que Esaú todavía quería matarlo. Así que envió muchos rebaños de animales a Esaú como regalo. Los sirvientes que llevaron los animales, dijeron a Esaú: “Su siervo Jacob, le regala estos animales. Él vendrá pronto”.
Pero Esaú ya no quería matar a Jacob. Más bien, estaba muy feliz de verlo otra vez. Entonces Jacob vivió en paz en Canaán. Luego Isaac murió, y lo enterraron Jacob y Esaú. Las promesas del pacto que Dios había prometido a Abraham, ahora pasaron de Isaac a Jacob.