La Persona del Espíritu Santo y Su Trabajo I

Les quiero hablar del Espíritu Santo y de su trabajo.
¿Quién es el Espíritu Santo? Cuando pensamos en Hechos 1:8, que dice: "Al venir el Espíritu Santo sobre ustedes recibirán poder" nos damos cuenta que el Espíritu Santo es un poder que Dios nos envía. Pero el Espíritu Santo es más que un poder, es una persona.

El Espíritu Santo, el Padre y el Hijo son tres personas distintas y un sólo Dios verdadero.
Ellos no están divididos, sino que trabajan unidos para llevar a cabo los fines de Dios.
Un hombre consta de tres partes: el cuerpo, el alma y el espíritu, los cuales forman uno con su respectiva personalidad.
Asimismo Dios es uno, pero consta de tres partes, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Los tres forman un solo Dios verdadero.

Hay muchas cosas que debemos saber del Espíritu Santo.
Primera: el Espíritu Santo conoce todas las cosas que existen.
No hay nada que El no sepa.
Esto se debe a que el Espíritu Santo es Dios y no como nosotros que somos solamente gente.
Segunda: El está en todas partes, pero no vive en todas las cosas.
El solamente vive en los corazones de los creyentes.
Tercera: Él es poder. Por el poder del Espíritu Santo, Dios creó el mundo.
Ahora, ¿cuál es la obra del Espíritu Santo?
Primero quiero hacerles una pregunta. Cuando un hombre está enfermo, ¿qué es lo que quiere? Ustedes contestarán: "El quiere que alguien lo ayude y le dé los remedios para que se mejore. Esto es verdad.
El trabajo de Espíritu Santo es demostrar a la gente que ellos tienen pecado en sus corazones y que deben deshacerse de sus pecados.
Luego, El los manda ir donde Jesús, quien perdona los pecados haciendo desaparecer a éstos.
Cuando una persona se arrepiente de sus pecados y confía en Jesús como su Salvador, el Espíritu Santo es quién da un corazón nuevo.
El Espíritu Santo une al hombre con Dios.

El Espíritu Santo tiene un trabajo para cada hijo de Dios. El nos dará el valor para hacer el trabajo que El nos encomienda. La Biblia dice que cada cristiano forma parte del cuerpo de Cristo. Jesucristo es la cabeza y nosotros somos parte del cuerpo. El cuerpo tiene muchas partes, y cada parte tiene su tarea correspondiente. El Espíritu Santo nos da la clase de trabajo que a nosotros nos va a gustar hacer.

(Véase segunda parte)