Cómo Deben Vivir los Hijos de Dios
Esquema: Simple explanation of Christian attitudes and behaviour standards. God's power to keep us from sin when we yield to Him. Christians should: listen to God's Word; reject old life of sin; keep their bodies holy; flee from idolatry, immorality, lying; care for their families; show love to all, including enemies; fear not; pray often; give materially; be thankful; tell others the Good News.
Número de guión: 057
Idioma: Spanish: Latin America
Tema: Belief System (Syncretism); Living as a Christian (Witnessing, No other gods, idols, Spiritual Growth, Leaving old way, begin new way, Children of God); Bible timeline (Gospel, Good News); Sin and Satan (Shame)
Audiencia: New Christian
Propósito: Teaching
Features: Monolog; Exortation; Extensive Scripture
Estado: Approved
Los guiones son pautas básicas para la traducción y grabación a otros idiomas. Deben adaptarse según sea necesario para que sean comprendidas y relevantes para cada cultura e idioma diferentes. Algunos términos y conceptos utilizados pueden necesitar más explicación o incluso ser reemplazados o omitidos por completo.
Guión de texto
Cuando usted empieza a seguir a Jesucristo, usted se convierte en hijo de Dios, y Él se convierte en su Padre. Usted pertenece a una nueva familia, y será transformado. Usted se rinde a Jesús, y Él pondrá el Espíritu Santo en su corazón, para vivir allí, y le dará poder para vencer los malos deseos. Usted querrá escuchar y obedecer Su palabra todos los días. La Biblia es la palabra de Dios. Usted dejará las cosas malas que antes hacía, y hará solo las cosas buenas que la palabra de Dios le enseña. Usted dejará atrás todos sus malos deseos y placeres.
Dios nos enseña como debemos vivir a través de Su palabra. Y Su palabra dice:
«Sus cuerpos son el templo donde habita el Espíritu de Dios. Si alguien profana la casa del Señor, Dios le destruirá; pues donde mora el Señor es un lugar santo». “Huya de la idolatría”.
Todos los dioses en los que la gente confía son ídolos. Hay solo un Dios verdadero. Aquellos que confían en imágenes hechas por hombre serán avergonzados grandemente. Ningún mentiroso, inmoral o borracho o idolatra entrara en el reino de los cielos. Cuando usted sea lleno del Espíritu de Dios, usted dejará las malas formas pecaminosas de este mundo.
Dios espera que Sus hijos vivan de manera cuidadosa, para que no traigan vergüenza a Su Nombre. Su Palabra dice:
«Dejen la mentira y hablen la verdad. Y el que robaba, no robe más; pero que trabaje con sus manos, pues cualquiera que no provee para su familia, es peor que el incrédulo. Esposos, amen a sus esposas. Esposas amen y respeten a sus esposos. Hijos, obedezcan a sus padres, en el Señor».
Si no sabe lo que es el pecado, hable con Dios, lea la Biblia, y Él le mostrará.
No es suficiente con solo dejar el pecado pero, debemos mostrar a otros el nuevo amor que Dios ha puesto en nuestros corazones. Él nos enseña:
«Ama al Señor con todo tu corazón, amen a sus vecinos como a ustedes mismos». También nos enseña en amar a nuestros enemigos. Es por medio de nuestra bondad y amor hacia otros que ellos verán y creerán la palabra del Señor.
No teman a nada, pues el Señor cuidará de ustedes. Manténgase en oración constantemente, pues es solo con Su poder que podremos vivir la forma correcta. Reúna la familia en el hogar cada día para orar, y únase con otros creyentes también para alabar y aprender más del Señor. Ofrenden al Señor parte de sus ganancias, y ofrenden también la primera parte de su cosecha, y Él les bendecirá. Sirvan al Señor con alegría, y sean agradecidos en todo.
No se avergüencen del evangelio, pues es la forma que Dios ha hecho para que Le conozcamos. Vallan y enseñen a otros las buenas nuevas acerca de que sus pecados han sido perdonados, para que así ellos también conozcan y sigan al Señor. La Palabra de Dios dice:
«Vallan por todo el mundo y enseñen las buenas nuevas. Yo estaré con ustedes siempre, aun hasta el fin del mundo».
Ref.: I Cor. 3:16 & 10:14; Isa. 44:9; Ef. 5:25, 33 y 6:1; Rom. 14:9; Mat. 5:44; Ps. 100:2; I Thes. 5:18; Rom. 1:16; Mat. 28:19, 20.